
De Windows a Mac en el Home Studio: Un año después del gran cambio
Hace un año tomé una decisión importante: cambiar el sistema operativo de mi estudio. Pasé de usar una torre Windows a un MacBook. Para alguien que trabaja en producción y edición de audio, video, imágenes, y creación de contenido, esta decisión no fue fácil. Mi día a día depende de la rapidez, estabilidad y versatilidad, y este cambio era un salto al vacío.
Sin embargo, había un motivo importante detrás de todo esto: ahorrar tiempo y dinero. Al mudarme más lejos del estudio, necesitaba optimizar mi flujo de trabajo. Con un MacBook, podía trabajar desde casa un día a la semana, ahorrando 58 horas al año y más de 1,200 euros en combustible.
Ahora, tras un año, puedo contarte todo lo que he aprendido.
Primeros pasos y problemas inesperados
La transición no fue tan sencilla como esperaba. Instalar programas, configurar presets y conectar hardware fue más rápido de lo que imaginaba, pero surgieron varios problemas inesperados:
- Compatibilidad: Mi Faderport Classic y el UAD Satellite quedaron inutilizables. Lo del Satellite ya lo sabía, pero lo del Faderport fue un golpe inesperado.
- OBS y el audio: La versión de OBS para Mac no me permitía seleccionar todos los canales de audio de mi tarjeta RME, algo esencial para mis streams. Solución: comprar la app Loopback (€100).
- Problemas con el Camlink 4K: Este dispositivo daba errores al conectarlo al hub Thunderbolt 4. Tuve que recurrir a un adaptador Thunderbolt 3 para estabilizar la señal.
- Mi torpeza como usuario nuevo: No sabía cómo quitar gestos y dibujos en Google Meet, algo que me frustró en reuniones importantes. ¿ Alguien sabe cómo solucionar esto?
Usabilidad: Mis experiencias tras un año
La usabilidad de ambos sistemas operativos es diferente. Aquí mis impresiones tras pasar de Windows a Mac en el Home Studio:
- Gestión de ventanas: Prefiero la organización de Windows con Snap Layouts, pero las áreas de trabajo de macOS (Mission Control) me parecen más efectivas para dividir tareas por contextos.
- Instalación y eliminación de programas: En Mac todo es más rápido e intuitivo. Para instalar, arrastras el programa; para desinstalar, lo llevas a la papelera.
- Integración con iPhone: Si tienes un iPhone, el ecosistema Apple es mágico. Copiar y pegar entre dispositivos, AirDrop para enviar archivos en segundos… Todo esto ahorra tiempo.
- Copias de seguridad: Time Machine es impresionante. Me permite recuperar archivos y mezclas de días específicos con solo un par de clics.
- Silencio absoluto: Mi torre Windows era silenciosa, pero el MacBook lleva esto al siguiente nivel. Literalmente, no sé si está encendido o apagado.
- El trackpad y gestos: El trackpad del Mac es fantástico. Incluso estoy considerando comprar uno para mi estación de trabajo fija.
- Control Center: Es muy fácil elegir la salida de audio o duplicar la pantalla en otro dispositivo con un clic.
Pero no todo son ventajas. En Mac siento menos libertad:
- Las ventanas no se cierran completamente al presionar la «X». Debo usar Comando + Q.
- La barra superior para las opciones del programa me parece menos intuitiva que tener todo integrado en la ventana, como en Windows.
- Echo de menos la personalización de Windows. Allí puedes adaptar cada detalle a tu gusto, mientras que en Mac todo es más uniforme.
Mitos y realidades sobre Mac y Windows
- “Windows crashea más que Mac”: Falso. Mi Mac se ha reiniciado dos veces este año por problemas con Cubase y Universal Audio. Mi PC apenas tuvo un cuelgue en los últimos cuatro años. Creo que esto no es tanto problema del sistema operativo, sino de la optimización de software de terceros a cada sistema.
- “Mac es más fácil de usar”: Solo si nunca has usado un sistema operativo antes. Si vienes de Windows, la transición puede ser frustrante.
- “Mac tiene precios inflados”: Aunque pagas un sobreprecio, la sensación de calidad es real. Desde el teclado hasta la pantalla, el MacBook se siente premium.
Mis recomendaciones
- Si buscas portabilidad: Un MacBook es ideal. Su silencio, integración con iPhone y facilidad de uso lo hacen perfecto para creadores de contenido.
- Si buscas personalización y versatilidad: Opta por Windows, sobre todo si quieres modificar tu equipo a largo plazo.
- Si trabajas con multimedia y necesitas silencio: Mac tiene ventaja, especialmente si grabas y editas en el mismo espacio.
- Si también lo quieres para gaming hazte con una torre windows.
Conclusión: ¿me arrepiento?
No. Aunque todavía soy más ágil en Windows y conozco más atajos, el MacBook me ha permitido optimizar mi flujo de trabajo y ahorrar tiempo. Sin embargo, no recomendaría cambiar de sistema operativo sin una necesidad clara. Si ya estás cómodo con Windows o Mac, quédate con lo que tienes. De momento no encuentro ningún motivo para decir que uno es mejor que el otro.
Al final, Mac y Windows son dos formas diferentes de trabajar, y cada uno tiene sus fortalezas. No hay un ganador claro, solo lo que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Tienes preguntas o crees que he pasado por alto algo importante? ¡Déjalo en los comentarios y estaré encantado de aprender más sobre este fascinante mundo híbrido!
Si estás pensando en pasa de Windows a Mac en el Home Studio, te dejo un vídeo con más información aquí abajo.
Si este contenido te resulta de interés, si te gusta y te ayuda; considera dejar tu like y tu suscripción en el canal de YouTube de Estudio Durango. Es de gran importancia para que este proyecto de ayudar a los demás en mi tiempo libre pueda mantenerse vivo durante más tiempo.
Recuerda que también existen masterclasses, cursos y tutoriales de mayor profundidad y más avanzados en el apartado Cursos y Tutoriales de esta web. Ideal para aquellos que todavía queréis más información y ahondar más en la materia.
Y si lo que quieres es que trabaje en tu próximo proyecto, puedes escribirme directamente en el apartado contacto de esta web y venir a grabar conmigo a Estudio Durango. Si vives lejos y no es posible para ti, siempre puedes hacer uso del Servicio de Mezcla y Mastering online.
Muchas gracias por tu tiempo, y nos vemos pronto;
Un saludo!
Ibon Alonso