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Equipo analógico o plugins, qué es mejor? Este es uno de los debates que mantengo conmigo mismo. Aunque tenga un canal de YouTube y una gran comunidad, sigo reflexionando sobre la actualidad del mundo de la grabación, mezcla y mastering en mi soledad.

Y es que este trabajo es muy solitario, parece que lo será así siempre. Por suerte tengo este blog donde plasmar mis pensamientos para poder repasarlos en el futuro y que vosotros podáis adoptar mi perspectiva en unos segundos. No sé si esto lo he dicho nunca, pero he llegado a la conclusión de que todas mis opiniones en el mundo del pro audio tienen fecha de caducidad. La tecnología avanza demasiado rápido, mi forma de trabajar no para de evolucionar, y lo que ayer era A hoy es B.

Si cada vez que cambiase de parecer tuviese que eliminar un post o un vídeo de Youtube, todo el ecosistema de Estudio Durango se auto destruiría. Aunque los post y vídeos antiguos del canal ya no son mi pensamiento de hoy, no quiero eliminarlos, porque siempre van a existir personas que estén transitando esa parte del camino; y ese diario de un viajero puede ayudarles.

En uno de esos momentos de pausa trabajando en el estudio, imaginaba que alguien me preguntaba: » Ibon, ¿ Qué te gusta más; el equipo analógico o los plugins?, ¿ Cuál prefieres?». Y mi cabeza casi colapsa al sentir que esas dos preguntas no podían albergar respuestas tan alejadas una de la otra.

Me gusta más el hardware analógico, me apasiona moldear el audio con mis manos. Siento que suena mejor, pero tampoco estoy tan seguro. Es posible que el contexto y la escena que se crea al trabajar con equipo analógico me sugestione tanto que mi cabeza pueda pensar que suena mejor.

Imagina que viajas a la fábrica más grande de pan del mundo. Sus instalaciones son enormes y están muy, pero que muy limpias. Los trabajadores llevan un uniforme blanco y sonríen cuando te explican el proceso que llevan a cabo para la creación de sus productos. Te sirven un pedazo de pan todavía caliente, y en ese primer bocado no solo saboreas el pan, sino cada momento de la historia de la compañía. Te acaban de contar que desde 1895 llevan trabajando en ello. Maravilloso instante donde todos tus sentidos están centrados en que ese mordisco te va a encantar. Y así sucede.

Sí, me gusta más usar un equipo analógico que un plugin con mi ratón y teclado. Pero, vamos con la segunda pregunta: «¿cuál prefieres?».
No tengo que pensármelo ni tan solo 1 segundo, me quedo con los plugins siempre. Puede parecer que sacrifico toda la pasión y romanticismo por poder trabajar más rápido, ahorrar tiempo… y todo lo que en definitiva parece conducir a ganar más dinero. Ahí es cuando recuerdo que mi pasión por el mundo del audio tiene una capa más profunda que no puedo olvidar. Lo que más me gusta es la música, y es ella la que me ha enseñado a amar el sonido. Pero nunca el audio estará por encima de las canciones, de las melodías, de los instrumentos compartiendo la narración de una historia. A las personas nos encantan las historias.

Trabajar con plugins me permite utilizar todo ese tiempo que ahorro para depositarlo en la cesta de la canción, de la composición, de los arreglos, de la estructura… Ese 3% de calidad de sonido que estoy sacrificando por no usar equipo analógico ( si es que verdaderamente suena mejor..) lo intercambio por un 40% de trabajo en lo que verdaderamente importa. La obra y el artista.

Esas dos preguntas que casi colapsan mi mente por unos segundos, y tras esta reflexión, me llevaron a la siguiente conclusión: el debate del equipo analógico o plugins es de lo más superficial y sinsentido en lo que podemos seguir perdiendo el tiempo.

Si este contenido te resulta de interés, si te gusta y te ayuda; considera dejar tu like y tu suscripción en el canal de YouTube de Estudio Durango. Es de gran importancia para que este proyecto de ayudar a los demás en mi tiempo libre pueda mantenerse vivo durante más tiempo.

Recuerda que también existen masterclasses, cursos y tutoriales de mayor profundidad y más avanzados en el apartado Cursos y Tutoriales de esta web. Ideal para aquellos que todavía queréis más información y ahondar más en la materia.

Y si lo que quieres es que trabaje en tu próximo proyecto, puedes escribirme directamente en el apartado contacto de esta web y venir a grabar conmigo a Estudio Durango. Si vives lejos y no es posible para ti, siempre puedes hacer uso del Servicio de Mezcla y Mastering online.

Muchas gracias por tu tiempo, y nos vemos pronto;

Un saludo!

Ibon Alonso

4 comments

  1. mayo 21, 2023 at 8:23 pm
    Sergio G

    Estoy muy de acuerdo contigo Ibon. Al final son solo herramientas, y lo que da un «buen sonido» a lo largo del tiempo es la experiencia que se tenga, como en cualquier otro campo. Sólo es cuestión de usar las herramientas que más cómodos/as nos hagan sentir en ese momento o etapa.

    • mayo 21, 2023 at 8:23 pm
      Ibon Alonso

      Gracias, Sergio por dejar tus impresiones 🙂

  2. mayo 24, 2023 at 3:56 pm
    Carlos Martínez Seguí

    Hola Ibon, te mando un gran saludo. Es la eterna pregunta más comercial que otra cosa, bajo mi punto de vista. Normalmente a mi me gusta más el sonido analógico, pero no porque sea mejor sino porque he nacido con él. Seguramente hablamos de lo bien que suenan, pero no de lo mucho que cuesta mantener en dinero, espacio y tiempo los equipos analógicos. Para mi es mejor trabajar con plugins que tienen grabaciones reales de analógicos, pero es mi opinión. De jovencito, yo tenía una estupenda Sound Blaster Gold y leía maravillado las revistas de «Future Music» donde la gente subía su música. Normalmente lo hacían con maquinas que yo soñaba, Korg Triton, Korg M1, Roland D-50, Yamaha DX7, etc, pero hubo una vez una de las maquetas que aluciné con el tema, una canción instrumental que me hizo flipar, una calidad de audio que pensé que eso venia de algún estudio profesional…..pues el tío que la hizo, tenia una Sound Blaster Gold como yo. Resumiendo, quien sabe, sabe con un Jupiter 8 o con un Goldstart GEK S420. Cuando hay chispa, hay explosión….y no soy mecánico!

    • mayo 24, 2023 at 4:24 pm
      Ibon Alonso

      Hola, Carlos!! completamente de acuerdo. A veces perdemos el foco, es como si nuestra ambición se descontrolase y dejásemos de utilizar la cabeza para priorizar las cosas importantes de verdad.
      Gracias por dejar un comentario tan enriquecedor.

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