Hoy voy a hablar sobre cómo recuperar la inspiración para componer una canción; aunque es aplicable a mezclar, pintar, escribir, cocinar… y demás procesos creativos. Por lo que también contaré con la colaboración del artista Mikel Elorza, qué dará su punto de vista en cuanto a cómo mantener nuestra creatividad lejos de todas las barreras presentes a la hora de crear.
Muchos artistas nos vemos limitados por el tiempo, queremos hacer más cosas de las que nuestro tiempo nos lo permite y acabamos saturados solo de pensarlo. Esta sensación de frustración nos lleva a dejar todo de lado o hacer muy poquito. A veces lo dejas durante unas horas, otras veces durante semanas… y de repente volvemos a sentir la necesidad de crear y de expresarnos de la mejor forma que sabemos, con nuestro arte.
Llevo componiendo canciones desde los 14 años ( esto no quiere decir que fuesen buenas canciones) , cuando aprendí a tocar la guitarra era lo que quería, ser capaz de tocar las canciones de mis grupos preferidos y componer la mías propias.
Al ser guitarrista mi método se basó siempre en coger la guitarra, tocar unos acordes, y sobre esa base componer la melodía de voz. Durante años siempre el mismo proceso, mirándolo desde el mismo punto de vista y con unos resultados que al principio me satisfacían, pero que acabaron siendo repetitivos.
Llegué a la conclusión de que había caído en la rutina y tenía que cambiar mi manera de escribir. Probé a desordenar los pasos que seguía. Abrí una librería cualquiera de batería, arrastré varios loops a mi proyecto donde grabo las demos y compuse varias capas de guitarra sobre esos ritmos. Ese cambio hizo que mi cerebro despertara, que saliese de su zona de confort y visualizase las canciones desde un punto donde nunca había estado.
El resultado fueron más canciones, diferentes, frescas y mejores. Quería recuperar la inspiración y no esperarla, lo había conseguido.
Lo que quiero decir con este ejemplo personal es que a veces tenemos que mirar las cosas desde diferentes perspectivas y no caer en la rutina. Cambia tu escenario, trabaja en otros lugares, que tus ojos vean cosas diferentes o utiliza herramientas que no habías usado antes.
He estado charlando con Mikel Elorza, artista plástico al que admiro , y le he preguntado sobre todo esto. Os dejo sus opiniones y pensamientos sobre la creación, la creatividad y como recuperar la inspiración.
«La inspiración viene trabajando. Qué gran verdad dijo Picasso.
Hoy recibo un mensaje de Ibon que considero importante: reflexionar sobre cómo recuperar la inspiración. Cuando te ves dentro de las barreras de la rutina, hay que cambiar un poco la perspectiva y hacer algo. Yo suelo tumbarme en mi alfombra, barrer la casa, caminar, quedar con un amigo. Esto último es importante porque lo que piensas cambia de orden cuando lo compartes o lo comentas. No puedo ser mi propio gurú y a veces necesito un empujón.
En las artes es tan importante ver cosas como mirarse a uno mismo. Pensar en qué te motiva y ser realista con lo que consideras que sabes hacer bien, mal o más o menos. Yo empecé dibujando lo que todos: la casa, el parque, el columpio y una familia hecha con líneas y un círculo. Todos sabemos hacer eso ¿verdad?. Pues un buen día hice un retrato de un hombre. Un hombre que no se parecía del todo a la foto que copiaba, pero que me pareció conocerle mientras lo hacía. Lo quise compartir, enseñarlo. También me inventé una pequeña historia. Y es que el cine también es una fuente de inspiración muy importante en mi trabajo desde pequeño.
Realmente el proceso siempre es igual. Me hago con un lápiz y un papel. A veces tengo miedo a la hoja en blanco. De todos modos siempre hago unos trazos. Pruebo el material, lo mezclo y es que para eso está, para utilizarlo. Sin embargo, una barrera muy grande solía ser el tiempo. Podía estar 8 horas dibujando, pero nunca dejar un dibujo sin terminar. Era la típica obsesión de que si paraba perdería la inspiración.
Tomar cartas en el asunto fue crucial. Empecé a levantarme de la mesa y poner el dibujo frente al espejo. Cambiar la perspectiva como decía antes. Me sentaba a mirar y me preguntaba si podía mejorar los detalles, si a la gente le parecería interesante cómo lo hacía, si me gustaba el diseño. Y en esos ratos sentado en la alfombra a veces no me venía nada. Pero salía a andar y quizá se me ocurría que podía mezclar imágenes. Eso me hacía querer volver a casa con la motivación suficiente como para probar, experimentar, recuperar la inspiración.
Los dos dibujos que veis junto al texto, son encargos que me pidieron amigos. Me dijeron que les hiciera lo que yo quisiera, libertad total. En estos casos siempre pensaba primero ¿qué les puedo regalar? Una ventana por la que mirar, un dibujo donde otra persona disfrute mirando y se deje llevar. Al igual que yo, que me dejo llevar en diferentes lugares. Cojo ideas de fuera y de dentro de mí. Estoy abierto a la inspiración. Hace falta mucho trabajo y tener herramientas, cogerle gusto al esfuerzo y al final viene.
La inspiración viene trabajando. Qué gran verdad dijo Picasso.» – Mikel Elorza
Oier
Fue Joan Fontcuberta quien afirmó que la creatividad es 1% inspiración y 99% transpiración. Tras leer el post de este par de pedazo de cracks, me he puesto a pensar en cómo me inspiro yo en los momentos de bloqueo creativo. Expos, paseos, colegas, siempre son una buena opción. Sin embargo, a mi lo que me funciona suele ser hacer deporte, cansarme. Mi profe de escalada dice que «cuando estamos cansados, tiramos de técnica. Sin embargo, para perfeccionar la técnica hay que entrenar estando fuerte». Qué quiero decir? Pues que confirmo a Ibon: hay que salir de la zona de confort. En vez de tocar Stairway to Heaven, tal vez haya que lanzar la guitarra al rio y con la caja llena, intentar tocar la misma canción, con sonido diferente asegurado. Acabo mi chapa citando a Einstein: «No intentes obtener diferentes resultados haciendo siempre las mismas cosas». En fin, restriegate en la mierda para hacerte fuerte técnicamente, y cómete el mundo siendo técnico y creativo.
Ibon Alonso Armesto
Gracias por pasarte a leer la web, Oier. Todos tenemos nuestra forma de trabajar y de no quedarnos atascados, pero parece que hay más puntos en común de lo que se pudiera pensar a prori.
Aprovecho para mandarte un saludo.
Ibon